rompiste

que era posible
estar triste sin fundamento
descubriste
que detrás de la laguna
cuidada con celo
se enaltecen los vestigios
de ciudades antiguas
encontraste
que las derrotas
se arrastran como peso muerto
te hiciste tango al reconocer
que los grandes desamores hablan de
grandes amores
quisiste como un chico
pediste como un chico
pero con máscara
tapaste
los ojos de la noche para dormir
partiste tu fruta de verano
y escalaste por las paredes de tus misterios
para volverte un poco más
entero
roto
crocante
macizo
volviste
a la frescura original
al empalago exquisito
a la carcaza permeable
creciste