no recordabas
de qué se trataba
y tenías que hacer así
mirado, sí, por la nuca, por la mejilla
por el hombro, por la uña del anular
porque ya lo habías sabido
cuando tu infancia y tus muñecos y tus historietas
ya habías sabido
disimular tus juegos
jugar juegos secretos, tuyostuyos
hacer silencio
para que otro haga el sonido
esa habilidad
de familiarizar
tanto te olvidaste
mientras soleabas
y bajabas persianas
porque los vecinos
porque te miraban de lejos
y vos, que cuando te miran de cerca te ves mejor
te olvidaste
porque te volviste una casa
y los márgenes se disiparon
confundiéndose con paredes
el grito podía llegar
hasta la punta de la puerta
y el que respondía
era tu propio grito
lo habías olvidado
para habitar el espacio inacabado
inacabable de la soledad
y hoy volvés a estar
abrazado entre tus bordes
sólo detrás de tu propia retina