Cuando estás ahí
y te veo
y tengo a mano tus gestos
tan a mano que tus bocas son dedos
entonces
no me importa
si sos Juan, Ernesto o Rafael
realmente
me tiene sin cuidado tu nombre
porque
veo que si te movés
se agitan álgidas algas
y tus pasitos se hunden en el suelo
mirás, y lo que mirás a vos te mira
estalla un gospel choir
en la estela tras tu espalda
Marcos, Tomás o Sebastián
son las pestañas bailando en tu cara
los mortales no pueden entenderlo
y todavía
pienso que no me importa
que ni me lo digas
Alejandro, Lucas
pues más hondo
cavaría
la manada de burbujas
estampida pampa
sentate sobre mi falda
que te hamaco
acaricio tu vientre
como a un crío mío
mientras se rasca la frente
en el hueco de mi cuello
y afuera la gente
se va a trabajar
aunque no conozca tus coordenadas
ni cómo llegar hasta tu casa
el tiempo sigue
para los demás