y yo, que sigo naciendo
busco más allá del paladar
las músicas para las palabras
las muecas para los gestos
yo, que me compongo
me ejecuto
me interpreto
y me aplaudo
que no tengo novio ni mascota
ni alfombra ni salamandra
y, por suerte,
ni siquiera espejo
yo, que por lo que no, sí
a la vida, muerte y a la muerte, vida
al claustro, huída
a la obviedad, metáfora
a la quietud del lago, piedritas
desarmándome me acuesto
entera me levanto
persiguiendo el primer sol de la mañana
que es razón suficiente