chongo que te has ido
sin medir pena o gasto de olvido
que sin asco ni compasión
has arrojado
un escupitajo altivo, de costado
chongo que me has dejado
en la ochava de la derrota
flaqueando como un junco
sin norte y ningún oeste
a la espera vacía del deseo
chongo que te marchaste
por la puerta soberbia
de quien nunca ha sentido
con el fulgor despreocupado
del que nunca ha puesto nada
chongo que te desvaneces
como humo de este cigarro
mientras se seca sin pausa
el jugo de todo el amor
del que te fuiste