Despabilada, tan despierta.
Agua-nieve en los párpados que aguardiente al cerrarlos.
Una gotita en cada pestaña para hacerlos más pesados.
El resultado de la ceguera voluntaria es siempre un golpe en la frente
o atravesar un vidrio al despedazarse.
tan despierta
y despertame
cuando te hayas desecho de las gatas peludas de tu cama
despertame
cuando te halles deshecho
tan despierta y depertame
cuando ya no exista pánico ni revólver ni religión
despertame
cuando ya no existas pálido, sin revolver, sin redención
tan despierta y depertame
cuando vuelen la muralla y desalojen los cementerios
despertame
cuando vueles desalojando el ser semen mente serio
Tan despierta, despabilada, aguanieve en la vereda y en las copas de los árboles
Despertame cuando puedas sorprenderme,
cuando una sonrisa cubra insistentemente tu boca
cuando abandones las certezas para que juguemos a parir dudas
cuando quieras despertar todas las horas con mi humanidad
y seguir despertando sin cesar
durante todas las agujas
que nos aseguran no quedarnos dormidos
siempre que nos aseguremos despertarnos.