28 septiembre 2010

ya tu piel

no recordabas
de qué se trataba

y tenías que hacer así

mirado, sí, por la nuca, por la mejilla
por el hombro, por la uña del anular

porque ya lo habías sabido

cuando tu infancia y tus muñecos y tus historietas
ya habías sabido
disimular tus juegos
jugar juegos secretos, tuyostuyos

hacer silencio
para que otro haga el sonido
esa habilidad
de familiarizar

tanto te olvidaste
mientras soleabas
y bajabas persianas
porque los vecinos
porque te miraban de lejos

y vos, que cuando te miran de cerca te ves mejor

te olvidaste
porque te volviste una casa
y los márgenes se disiparon
confundiéndose con paredes

el grito podía llegar
hasta la punta de la puerta
y el que respondía
era tu propio grito

lo habías olvidado
para habitar el espacio inacabado
inacabable de la soledad

y hoy volvés a estar
abrazado entre tus bordes
sólo detrás de tu propia retina