13 septiembre 2008

Nublado


acceso filtrado por la ausencia de chicharras
entonces elegís: quién entra
todos se están yendo y vos llegás
entre margaritas y guirnaldas
a colmar los instersticios
con la nube que rebasa tu rostro
y la sonrisa que opaca a tu nube

melón, lima y ron
las penas sobre la mesada
la figura sin terminar
la figura desfigurada
la madre
las ausencias
los desarraigos
que se borran entre tus pliegues
fronteras dentro de tus mapas
de ríos, cascadas, océanos, capitales
que olvidan la identidad recortada

que no se detenga la risa
y que el juego no abandone la partida
[que las partidas no nos abandonen]

un arsenal de muletillas
para asegurar la caminata
cuándo hay que dar vuelta el cassette
si la canción aún no se acaba

siempre hay refugio
en el cuerpo del otro
siempre hay vuelta al útero
(un regreso metafórico:
simbólico y fragmentado)
siempre hace sombra
el fantasma de lo perdido
y por eso siempre, siempre hay un deseo
todos hemos creado, todos hemos parido
nos hemos reinventado,
hemos renacido
[quién sabe después]

mi tierra, tu tierra
mi cuerpo es tu cuerpo
y mi casa es tu casa
para quien entra
aventurado
irrumpiendo
sin pedir piedad ni permiso