08 mayo 2008

Otoño


Estoy arañando el almanaque para que llegue el otoño
Quiero destruir sin compasión los buenos augurios que profecé
Siempre estás a punto de caer
-hasta que caés-
Y te duele la garganta de escupir tanta flema
Todas las esquirlas que esquivaste habilidosamente,
se descubren haciendo bulla en el esternón
Simplemente habían sido olvidadas.
Como una peste, la angustia se hace epidemia
angustia masiva de endocardio
Nadie lo duda, esto pasará
Como pasó aquello y lo de más allá
Que los cabezazos contra la pared ayudan a crecer
¿Quién dijo?
No miento si afirmo
que de cuando en cuando me gustaría
una cabeza inmaculada
Y si se me permitiera ser ambiciosa
la preferiría, además, vacía.
Desde lejos me traje un Edén
lo regué y lo pinté de colores
me prometí conservarlo aún entre paredes y cemento
Pero embriagada de utopía
no pude vislumbrar el incendio
Que sea otoño, de una buena vez
para que el topo vuelva a la cueva
a alimentarse con su propio excremento.