22 abril 2008

Savia


que no sea la sed de su espesa sangre, caníbal
que no sea la savia
que no sea el atajo el que cega las catástrofes
y que no sea la savia
Y que tampoco se devele la trama intravenosa
y que no se quiebren los intentos
como hojaldre
que no impere el ojo subversivo,
ni la cefalea, ni la redención
que no se me suicide la visión
-que no se me endurezca la savia-
que no sea la farsa el trampolín
ni sea la indiferencia el pedestal
que sea la carne atiborrada de presencia
que sea no perecedera
que sea pulpa y aceite la savia
y que permanezca etérea y arraigada
que sea la paciencia y sea parábola
que se observe y sea idéntica
que sea búsqueda y savia animada, animalada
que sean estos amores la cáscara
la corteza, la rabia la carne y el hueso